La buena salud es la voluntad del Creador
para cada uno de sus hijos y cuando no se manifiesta, es un claro recordatorio
de que el individuo tiene una creencia contraria, ya que la verdadera causa de
la enfermedad es el miedo, el odio, la crítica, la preocupación, la frustración,
la ansiedad, el pesimismo y cualquier otro pensamiento o sentimiento
discordante.
Todas estas son causas erradas, pero pueden ser contrarrestadas
por la conciencia de paz, confianza, amor, esperanza, victoria y otras
cualidades de los maestros ascendidos.
Al reconocer los hábitos personales de
pensamiento y sentimiento que son las causas de la enfermedad e intentar
diariamente eliminarlos manteniendo pensamientos y sentimientos de las virtudes
opuestas en corto tiempo se puede disfrutar de un funcionamiento perfecto de
cada parte del cuerpo físico.
Conny Mendez