por Selacia
20 de Marzo de 2012
Tú
naciste para expresar tus dones. Hay música en ti, sólo en espera de
una expresión. ¿Qué es esta música y por qué es tan importante ahora?
La
música es la expresión energética particular de tu alma. Se manifiesta
como dones. Sólo tú puedes expresarlos. Sólo tú puedes darlos al
mundo. Cuando conectas con tus dones y los expresas, ocurre algo
increíble. La luz dentro de ti se expande, dándole una vibración
edificante a tu campo energético. Al suceder esto, tu frecuencia
aumenta y tu luz se irradia al mundo. Esta luz se incorpora en tus
interacciones con los demás, proporciona una chispa radiante a tus
actividades.
El sonido de tu música es silencioso desde
una visión del mundo convencional. Sin embargo, este sonido es
ilimitado y vasto – se escucha por todo el cosmos como tu chispa
creativa divina. De hecho, tiene tonos, desde una perspectiva
espiritual, pero el sonido no puede detectarse con oídos humanos.
Puedes
expresar tu música en cualquier parte. No tiene que ver con tu
trabajo, tu profesión ni ningún otro marcador mundano. Es una expresión
de tu alma – como una huella digital, es única. El mundo necesita de
tu música, sobre todo en estos momentos. La Tierra está en un punto de
inflexión crucial, donde la humanidad necesita elegir una forma de
vivir radicalmente diferente para poder sobrevivir.
Tú
eres, después de todo, un generador de cambio divino, que estás vivo
ahora para ayudar a crear un mundo más lleno de amor. Estás codificado a
nivel del ADN para participar consciente y activamente en la
revolución de conciencia más asombrosa jamás vista. La clave es
recordar – y al hacerlo, te conectas con tus dones y deseas
naturalmente compartirlos en el mundo.
Esto no es
complicado, pero tienes que hacerlo para estar satisfecho y para cumplir
con tu propósito de estar vivo en estos auspiciosos momentos.
Copyright 2012 por Selacia, Canal para el Consejo de 12 * Todos los derechos reservados * www.Selacia.com y EarthsPivotalYears.com
Traducción: Margarita López
Edición: El Manantial del Caduceo