Kryon canalizado en vivo por Lee Carroll
Quito, Ecuador – 8 de Noviembre de 2011
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Algunos de ustedes dirán que éste es el último mensaje, y dirán que lo que han visto hoy se está yendo.
Si
hubieran sembrado una semilla en la Tierra, una semilla hermosa,
¿acaso se alejarían? ¿O tendrían el conocimiento de que, al regarla,
obtendrán algo más grande de lo que era? Que tendrá frutos y que,
lentamente, se reproducirá. Ésta es la energía que hemos sembrado aquí
en el Ecuador. Y va a crecer y va a tener su fuerza propia. Es decir,
no es el crecimiento de Kryon, yo sólo he venido aquí a visitar a la
familia. Y si pueden sentir la luz tan sólo por un instante, entonces
jamás, jamás estaré sin ustedes, ya que yo represento aquello que se
encuentra del otro lado del velo, que es su familia de verdad.
Les
entrego un mensaje breve, que ya he dado anteriormente en otros dos
idiomas. Pero necesitan escucharlo en su propio idioma. Cada vez que
doy este mensaje, va cambiando y es un mensaje que se adecua a aquellos
que se encuentran en el grupo, que son los que necesitan escuchar
estas cosas.
¿Qué se les ha
dicho sobre Dios? Llamo a este mensaje “La Lógica Espiritual de un Dios
Benévolo”. ¿Acaso Dios es una energía que se encuentra en el cielo, que
agarra a los humanos desprevenidos? ¿Es algo aleatorio que se
encuentren aquí sobre la Tierra, enfrentando –de alguna manera u otra–
el entrar en contacto con el Creador del Universo? ¿Acaso merecen estar
aquí? ¿Acaso merecen amar a Dios?
Quiero
que se olviden de todo lo que se les ha dicho por los siguientes
instantes y que me escuchen. ¿Creen en la aleatoriedad? Bueno, los
astrónomos sí, pero aun así no pueden explicar el universo.
Permítanme
llevarlos de vuelta a aquel momento en el cual el universo recién
empezaba. De hecho, los científicos que están proyectando lo que pudo
haber pasado están en lo correcto. No fue un choque de universos, sino
un choque de dimensionalidades. Muchas dimensiones que se unen para
crear realidades de otras dimensiones.
Toda
la materia que se encuentra en el universo de ustedes proviene de otro
universo; y aunque no lo crean, ustedes estuvieron allí. Si tienen
parte de Dios en su interior, eso quiere decir que estaban allí. El
inicio de este universo en el que se encuentran fue hace mucho tiempo.
Se
plantean preguntas, si acaso hay vida en otras partes del universo.
Ay, mis queridos, la vida está en todas partes. Sin embargo, éste es el
único planeta que tiene criaturas que tienen a Dios en su ADN, así que
éste es un planeta especial.
Voy
a decirles algo: Todo lo que ven en el cielo fue creado con mucho
cuidado y a propósito, de una forma no aleatoria. La ciencia está
acostumbrada a la aleatoriedad en la naturaleza, pues eso impulsa a la
evolución – así es como ellos lo ven. Así que cuando ven cómo se creó
el universo esperan ver exactamente lo mismo, y no lo ven. Sólo en los
últimos diez años es que empezaron a ver que no era un evento
aleatorio.
El universo de
ustedes fue construido para la vida. Pregúntenle a un científico, en
contra de toda probabilidad, se armó de una forma que es
considerablemente extraordinaria. No pudo haber sido una coincidencia,
no pudo haber sido un accidente. Se unificó para crear vida, una y otra
vez. Los astrónomos tienen un nombre para esto: diseño inteligente.
¿Sabían eso, queridos? Sus propios astrónomos están diciendo que tuvo
que haber sido diseñado.
Se
supone que la ciencia y Dios están separados. En los estudios que
ustedes realizan siempre es así; en la forma como se ha estructurado el
aprendizaje aquí en el planeta, siempre ha sido así. Así que es un
dilema para los astrónomos ya que ellos ven a Dios en todas partes,
pero no lo pueden decir. Diseño inteligente. Y eso se debe al hecho de
que hay un plan, hay una benevolencia, hay física con carácter.
Todos
ellos saben quién eres. Cuando digo que el planeta Gaia sabe quién
eres, lo digo en serio. Pero a ustedes no se les enseña eso, ¿no es
así?
Miren cómo se desarrolló
la Tierra. Miren los miles de millones de años que se tomó para tener
esta forma. La paciencia que requirió. La Tierra se enfrió, los
continentes se movieron y la vida empezó. No funcionó. No tenía
equilibrio, no se perpetuaba en forma adecuada y la vida se detuvo.
Volvió a empezar igual que comenzó la primera vez, de forma natural,
dos veces más. Fracasó. Y lo que ven aquí ahora, es el producto de que
la vida se inició cinco veces sobre el planeta.
Eso
fue en los meros inicios de la vida. La ciencia lo está empezando a
ver. No fue hace tanto que dijeron que la vida se había iniciado en el
planeta con todas las probabilidades en contra y que jamás podría
suceder otra vez, que hubiera empezado una y otra, y otra vez, ya que
el universo está construido de esa manera. Lo que ustedes llaman
naturaleza está hecha para la vida; eso va en contra de toda
probabilidad.
¿Alguna vez se
preguntaron por qué los Seres Humanos aparecieron en el planeta en el
momento que se dieron? ¿Se dan cuenta de lo volátil que era este planeta
hasta hace pocos años? En términos de la historia del planeta, parece
que nada más fue hace un momento que las montañas surgían o se
colapsaban. Océanos enteros yendo y viniendo cientos de kilómetros por
doquier. Había mamíferos aquí, grandes. Pero no había humanos, ¿no les
parece raro? Había mamíferos plenamente desarrollados, pero ningún
humano, ¿Qué les dice eso con respecto a la naturaleza aleatoria de la
realidad? No era el momento todavía.
Hay
algo que se llama el Cinturón de Asteroides, materia que sobró de la
creación de su sistema solar. Incluso este Cinturón de Asteroides era
volátil. Los anillos que rodean a Saturno son el resultado de lunas que
se disolvieron al chocar entre sí. Gran parte de esa materia se
convirtió en asteroides y por millones de años chocaban con los
planetas que rotan en torno a su sol. Y los Humanos no estaban aquí,
pero los otros animales sí. ¡Qué coincidencia que los Humanos no
estuvieran expuestos a eso! ¿Quieren saber por qué? Porque Dios es un
Dios benévolo, que los conoce y los ama, y no los hubiera puesto aquí
para tener esta experiencia.
Lenta,
muy lentamente, todas las órbitas que interceptarían a la Tierra se
habían tranquilizado. Ya no chocaban los asteroides con los planetas.
Todo se aquietó. Los volcanes que existían en miles y miles, lentamente
se fueron adormeciendo. Los océanos se tranquilizaron. La Tierra se
volvió mucho más apacible de lo que jamás había sido. Los cielos se
libraron de la ceniza y el humo, y se echó a andar la fotosíntesis. La
vida floreció y llegaron los Humanos. Eso va en contra de cualquier
probabilidad.
Este marco de
tiempo no tiene sentido alguno. La evolución de los mamíferos en el
planeta debía haber incluido a los Humanos desde mucho tiempo atrás. ¿No
les suena raro eso? ¿Acaso creen que es una coincidencia? Se los
colocó en el jardín en el momento preciso.
Les
estoy dando la historia, la pueden ver. Esto es más que un diseño
inteligente, es el amor por la Humanidad. Se los colocó aquí para que
se desarrollaran. Existieron muchos tipos de Humanos, así como
existieron muchos tipos de los demás mamíferos. Hasta que llegó el
momento para los pleyadianos y parece que eso fue recién ayer.
Cien
mil años atrás, empezó todo. Los pleyadianos visitaron a la Humanidad
–ya nos referimos a eso hoy– y los Humanos recibieron aquello que es
el conocimiento de la oscuridad y la luz. Lo recibieron en un planeta
pacifico, en un jardín, para que pudieran echar a andar el proceso del
libre albedrío.
Aquí deseamos
darles una instrucción. Usen la lógica, la lógica espiritual. Ya lo
planteamos anteriormente. ¿Qué creían los primeros Humanos con respecto a
la espiritualidad? No hay escritos de los lemurianos, así que no se
pueden comunicar con nosotros a través de la palabra escrita.
Hace
recién 14 mil años estuvieron los sumerios y tampoco tienen sus
escritos. Tienen algunos de sus documentos, de sus símbolos, incluso
aquello que se ha llamado el “sello de Berlín”, un glifo que de hecho
muestra a los planetas en sus órbitas en torno al sol. Pero no hay nada
que se refiera a su espiritualidad. Así que parece que fue ayer, que
pueden encontrar aquello que es antiguo, que realmente no es tan
antiguo.
Y entonces llega la
cultura hindú. Lo estoy planteando para que puedan volver a revisar lo
que esta antigua religión les trajo. Ellos creían en las vidas pasadas,
creían que un Ser Humano podía ascender mientras está en el planeta.
Creían que un Ser Humano podía entrar en contacto con su esencia
interna, su Yo Superior. Ellos sabían de la glándula pineal. Es una de
las religiones organizadas más antiguas del planeta y creían en estas
cosas porque esta información provenía directamente de las Pléyades.
Algo preciso y verdadero.
Ahora
bien, ¿qué es lo que creen hoy? No es eso lo que se cree hoy en día.
La mayoría de la gente del mundo ya no cree en esto. Les voy a decir a
dónde se fue la energía: Se alejó de la verdad. Usen la lógica
espiritual, ¿no tendría más sentido que cuanto más se remonten al
pasado, más se acerquen a la fuente? No les estoy pidiendo que se hagan
hinduistas, les estoy pidiendo que examinen lo que sucedió y dónde se
encuentran ahora. Lógica espiritual.
Hay algunos que dicen: “Bueno,
Kryon, yo no creo en esto. Yo creo que hubo guerras en el cielo. Creo
que hubo ángeles que fueron expulsados. Se volvieron malos y andan tras
mi alma.” ¿Eso suena como algo creado por Dios, o suena como algo creado por los hombres?
Los
Humanos, en la oscuridad, han humanizado a Dios. Han hecho al Creador
del universo a semejanza de ellos mismos. Y, de repente, la pureza del
amor de Dios se convierte en venganza y celos, juicios, acusaciones,
guerras en los cielos. Ésa es la mitología de ustedes. ¿Realmente creen
que pasó eso? Se parece mucho a los Humanos, ¿no es así?
¿Cómo
les puedo explicar esto? Hay un Dios que los ama, más de lo que se
imaginan. Nada de eso fue así. No hubo guerras. No hubo ángeles malos.
Todo lo que es malo y oscuro en el planeta ha sido generado por el Ser
Humano, con el libre albedrío. Los Humanos tienen poder, más del que
conocen.
Les quiero dar una
metáfora antes de cerrar esta reunión. Les quiero pedir que usen la
lógica. Quiero pintar una imagen de amor para ustedes. Tres veces antes
ya lo he hecho. Mi socio [Lee Carroll] sabe adónde me dirijo con esto y
cada vez que lo hago le cuesta trabajo.
Los
quiero llevar al nacimiento de un bebé. Hay mamás presentes en esta
sala que jamás se olvidarán de esta experiencia, la primera vez que
dieron a luz. Hay aquellos en el público cuyo género es masculino, pero
todos, cada uno de ellos han sido madres también, así que esto es para
ellos también.
Permítanme
llevarlos al camastro donde se da el parto. Recién llegado del otro lado
del velo, el alma entra en el cuerpo del bebé y los ángeles rodean el
camastro cantando. No existe amor más grande que éste en el planeta: el
amor de la madre y del hijo en el momento del nacimiento.
Madre,
si tienes la fortuna de que al bebé se lo coloque sobre tu pecho, será
la primera vez en que los ojos de tu bebé se encuentren con tu mirada
¿Te acuerdas de eso? ¿Existe algo más grandioso que esa experiencia? Y
ése es el amor de un Humano por otro Humano. ¿Se pueden imaginar cómo
es el amor de Dios por ustedes como familia, que caminan con libre
albedrío por este planeta donde nada se les revela a menos que lo
pidan?
Entonces, desde la
lógica espiritual, creemos un escenario de la madre y el hijo.
Suspendamos la realidad por un instante y vayamos a ese momento en que
el bebé mira a la madre a los ojos. Hagamos de cuenta que el bebé tiene
inteligencia y puede hacer preguntas. Vamos a permitir que el niño le
haga preguntas a la mamá. Y tú, mamá, ya sabes cuáles son las
respuestas.
El bebé te ve a los ojos y te pregunta: “¿Cómo va a ser la vida contigo, mamá? ¿Cómo va a ser entre tú y yo?” ¿Qué le dirías? ¿Cuál sería tu respuesta en ese instante? Déjame decirte lo que otros dicen que sería tu respuesta. “Te
diré, mi pequeño, yo no voy a estar ahí para ti. Me voy a esconder. No
vas a poder hablar conmigo a menos que hables con otra persona antes.
Si no me gusta lo que haces, quizás te pida que sufras un poco. No vas a
sentir amor de mí. Y vas a nacer impuro, y toda tu vida vas a tener
que ascender por escaleras para llegar a mí.”
Ahora
te pregunto a ti, madre, ¿eso es lo que le dirías a tu bebé? Usa tu
intelecto, usa la lógica espiritual con la que naciste. Permíteme
decirte lo que tú dirías, madre, porque eso es lo que nosotros decimos
cuando ustedes nacen: “¿Qué puedes esperar? Jamás te dejaré
mientras estés con vida. Quizás te alejes de mí, pero siempre seguiré
siendo tu mamá. Quizás te olvides de mí, e incluso me rechaces. Aún así
te seguiré amando hasta mi último aliento. Te daré calor cuando tengas
frío y me aseguraré de que tengas alimentos cuando tengas hambre.”
Ése es el mensaje que, al nacer, les da el Creador del universo. Ahora
vayan a buscarlo, ya que ese mensaje está en su interior. Vayan a
encontrarlo.
Éste es el libre
albedrío que se les otorga. No les puedo dar un milagro para
comprobarlo. No es apropiado encender la luz, por así decirlo, cuando
eso es algo que ustedes mismos tienen que hacer.
La
Tierra está pasando por un cambio y los Humanos están despertando a
esta verdad. Se les ha enseñado sobre el hermoso amor de Dios, pero no
se les enseña lo accesible que es. Pueden tocar la mano del maestro, ya
que el maestro se encuentra en su interior. Vive en el interior de
cada Ser Humano.
Ése es el
mensaje de Kryon al concluir, mientras partimos. Y ahora, para aquellos
que no creen: puedes cerrar el día de hoy, puedes volver a ponerte el
manto con el que viniste, puedes endurecer tu corazón y partir de aquí.
Y no hay ningún juicio, no se te juzga, ya que se te ama igual que a
cualquier otro, ya que todo depende de ti.
Hoy
se están sembrando semillas en las vidas de muchas personas en esta
sala. Quizás hoy no crean en estas cosas, pero ya llegará el momento en
que crean. Y nosotros estaremos ahí con la misma frescura con la que
estamos aquí ahora, para crear luz en la oscuridad, para consolarlos en
momentos de sufrimiento, y para decirles que no hay aguijón en la
muerte; es tan sólo parte del proceso de la vida. Todos aquellos a los
que han amado y perdido están aquí de vuelta. ¡Oh, sepan eso! Celebren
eso el 11-11-11.
Bendito sea el
Ser Humano que escucha estas cosas y entiende que son más que sólo
palabras. Son la verdad de lo que es. Ya los veré a cada uno de ustedes,
una vez más, cuando regresen a casa y hablaremos sobre el día de hoy.
Y así es.
KRYON
© Lee Carroll http://files.kryonespanol.com/audio/Kryon_Lee_Carroll_Quito_Nov_8_2011.mp3
La
información precedente es gratuita y está disponible para
que la impriman, copien y distribuyan como deseen. Sin
embargo, sus Derechos de Autor prohíben su venta en cualquier
forma excepto por el editor.
Traducción simultánea: Leslie Pascoe
Transcripción: Nieves León
Edición: Margarita López
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