Ponte en contacto con Cristo.
Imagínate a ti mismo inundado con su Vida, Luz y Poder.
Con la imaginación, coloca las manos sobre cada persona a la que amas.
Habita en cada individuo.
Pide que el amor de Cristo descienda sobre él, sin palabras.
Míralo iluminado con la vida y el amor de Cristo.
Míralo transformado.
Míralo transformado.
Ve cada sentido, cada miembro, cada facultad inundados con la Presencia
y el Poder de Jesús.
Derrama esta unción sobre cada una de las personas por las cuales
quieres orar... sobre los enfermos.
Ve a cada uno de ellos iluminarse con el Poder de Jesús.
Haz esto mismo por las casas, por las comunidades.
Anthony de Mello