LA ENERGÍA DE LA CONCIENCIA AFECTA LA
MATERIA SANÁNDOLA O ENFERMÁNDOLA.
LA CAUSA ESENCIAL de todos estos síntomas
del alma,( aquellos que la contaminan,
intoxican y enferman y que
provienen de la esfera mental y emocional, los llamados egos y apegos, entre
ellos el orgullo, el egoísmo, los celos,
la envidia, la ira, la rabia, el odio, el resentimiento, la incapacidad de
perdonar, la intolerancia, la incomprensión, la
falta de compasión, la codicia, etc., que son frecuencias de baja
vibración energética que impiden el acercamiento a Dios.) los cuales
repercutirán inevitablemente a nivel físico, es LA FALTA DE EXPRESIÓN DEL AMOR
INCONDICIONAL DE NUESTRA ESENCIA, QUE ES EL ÚNICO REMEDIO capaz de sanar el
alma al transmutar los síntomas que la afectan.
Dar amor humano incondicionalmente de
acuerdo a nuestra posibilidad y capacidad, atrae por Ley de los Semejantes (lo
semejante atrae lo semejante) EL AMOR
INCONDICIONAL DE DIOS QUE ES CONSCIENCIA PURA, El Supremo Sanador y el Perfecto
Medicamento.
Al expresar sinceramente Amor sin
condición, el alma se va purificando, se va sanando pues va elevando la
frecuencia de su pensar y sentir, lo que mejora su forma de SER y ESTAR.
Cuando los síntomas que enferman el alma no
son tratados a través del amor hacia uno mismo y hacia los demás, son
absorbidos por el cuerpo humano causando los llamados síntoma físicos,
expresión de la enfermedad orgánica (cáncer, tumores en general, úlceras,
litiasis, etc.) que es una consecuencia de la enfermedad del alma, de la
conciencia.
EL AMOR SIN CONDICIÓN DE DIOS ES LA ESENCIA
MÁS PURA, EQUILIBRADORA Y SANADORA, Y ES NUESTRO VERDADERO SER.
Por Ley de semejanza, un pensamiento y
sentimiento de amor atraerá otro similar.
El amor humano atrae el AMOR DIVINO.
EL AMOR DIVINO sana el amor humano.
El amor humano limitado, débil, imperfecto por sus egos y apegos que
bajan su frecuencia vibracional enfermándolo, se puede sanar, trasmutar de un
modo duradero, en AMOR DIVINO ilimitado, libre de imperfecciones, de mayor
frecuencia pues es una frecuencia esencial y expansiva y aunque estas
frecuencias son de diferente género ~ humano-divino ~ son semejantes en su
deseo de manifestar amor.
Cuando el alma se esfuerza en elevar su
forma de pensar y sentir, se acerca gradualmente a su verdadera identidad
divina y sólo EL AMOR DIVINO puede rescatar el alma de la ilusión, del olvido
de quien es, llevándola a recordar su origen primordial.
Nuestra esencia es pensamiento y
sentimiento de AMOR PURO. Esto significa
estar sano, y es hacia esta sanación que el Amor Divino conduce; su objetivo es sanar los pensamientos y
sentimientos de baja vibración.
No sólo se está sano cuando se deja de
tener perturbaciones orgánicas o cuando se superan conflictos emocionales, sino
también cuando la conducta a nivel individual, familiar y social se somete a
los principios de la moral no sólo natural sino también divina y a las leyes
divinas, lo que armonizará la conciencia
Manifestando amor, donándolo sin esperar
nada a cambio, el alma se acerca a su sanación y liberación espiritual.
El Arte de Amar eleva la conciencia humana
hacia la conciencia divina, eleva el pensamiento y sentimiento humano con sus
imperfecciones y limitaciones hacia la perfección ilimitada.
EL AMOR DE DIOS ES EL MÉDICO Y MEDICAMENTO
DEL ALMA
Es El Remedio por todos esperado,
consciente o inconscientemente. Quienes
buscan la autosanación son aquellos que anhelan encontrar el propio amor, el
Amor ideal, capaz de amarse a sí mismo en todo y en todos, plasmando este Amor
en la ayuda al ser humano; son los que
buscan EL ÚNICO AMOR, EL AMOR UNIVERSAL, EL AMOR DE DIOS.
Extractos del libro “Homeopatìa
Divina-Autosanaciòn del Alma” Dra.Emma Sanmartin