Mensaje del Consejo de 12 canalizado por Selacia
21 de Febrero de 2012
No
hay momento como el presente para perdonar y dejar ir el pasado. Más
que cualquier otro momento, ahora es un momento crucial para eliminar
rencores pasados y sentimientos de victimización. Las personas deben
hacer esto, los países deben hacer esto.
Las fronteras
que han erigido sólo están en su mente. Estas fronteras deben
desmantelarse antes de que la luminosa nueva Tierra se pueda
materializar.
Si estuvieran vivos de aquí a 100 años y
pudieran mirar atrás a la encrucijada que la humanidad enfrenta el día
de hoy, sabrían lo importante que son estos momentos para ustedes y
para las generaciones futuras. Podrían ver las opciones sobre la mesa y
las decisiones necesarias. Tendrían una comprensión clara del
asombroso potencial que tiene ahora la humanidad para pasar a una
existencia basada en el amor. También verían las opciones alternativas,
con sus terribles consecuencias.
Su sabiduría interior
–integralmente conectada con su yo espiritual– ya tiene esta visión más
global. Esa parte sabia de ustedes no tiene que esperar 100 años para
tener la vista más completa. Ella sabe en este momento, empujándolos
regularmente a renunciar a sus heridas para poder ser enteros.
Lo
más probable es que hayan notado un sentido de urgencia para sanar lo
que se siente roto sobre su pasado. Podría ser doloroso contemplar
estas cosas. Si son como la mayoría de las personas, habrán aprendido
mecanismos de defensa para manejar el dolor: ira, condena, negación,
retribución o represión. Ninguna de éstas los va a sanar, por supuesto,
pero ése es su condicionamiento. No se culpen a sí mismos por haber
aprendido esto, pero decidan hoy que ya no van a perder más tiempo.
Consejos para Perdonar
Perdonarse
a sí mismo y a los demás es la clave para ser libres. Ustedes están en
la esclavitud cuando guardan rencor, independientemente de si fueron
tratados injustamente. Esto es cierto incluso aunque la persona que les
hizo daño tuviera la intención de hacerlo. Esto se aplica también a su
propio auto-sabotaje. Perdónense a sí mismos por no ser más
conscientes y por ser un trabajo en progreso. Aplíquense amor y ternura
a sí mismos y a los demás. Ése es el remedio.
El perdón
es una elección. Es una decisión que a ustedes les corresponde hacer.
No esperen a que los demás los perdonen primero. Sean el que elija el
camino más elevado del espíritu – el camino de soltar, perdonar y ver
la bondad en los demás. Cuanto más tiempo esperen para elegir ese
camino, más van a sufrir.
Para perdonar tienen que
desterrar el victimismo aprendido. Ustedes son generadores de cambios
divinos, codificados para hacerse cargo de su vida y ser co-creadores
conscientes del mundo que experimentan. Cuando se sienten víctimas, es
su ego el que está haciéndose cargo, tratando de convencerlos de que no
tienen poder. Su tarea ahora es aprender a reconocer la voz de su ego,
negándose a que éste esté en el asiento del conductor mientras
responden a la vida.
Decidan que no van a permitir que
relaciones familiares tóxicas bloqueen su progreso espiritual. Esto es
más fácil decirlo que hacerlo, por supuesto, porque las heridas
familiares de la infancia se pueden sentir tan vivas hoy como se sentían
cuando eran niños. ¿Qué las mantiene vivas? Se mantienen vivas cuando
reproducen el pasado en su mente y cuando no han examinado a fondo y
sanado los patrones disfuncionales de la familia. Sus familiares
podrían seguir vivos y seguir estando en su vida, o podrían estar
desconectados de ellos. De cualquier manera, sin perdonar y soltar,
ustedes cargarán consigo el equipaje familiar – afectando cómo se
sienten acerca de ustedes mismos, otras personas, y su máximo potencial.
Se necesita coraje y persistencia para sanar su pasado, pero claro que
pueden hacerlo. Párense firmes consigo mismos en este día, decidiendo
que van a monitorear su diálogo interno acerca de su familia,
manténganse enfocados en el presente, y estén abiertos a cualquier
sanación que sigan necesitando finalmente soltar.
Perdonar
significa enfocarse en ustedes mismos. No se pueden soltar las heridas
del pasado cuando están obsesionándose con otras personas, situaciones
dolorosas, y cómo los demás los trataron mal. Perdonar no tiene nada
que ver con cambiar a los demás ni con cambiar el pasado. Dejen que el
pasado sea el pasado. Asuman la responsabilidad de su papel y de
permitirse sentirse como víctimas. Dejen de verse a sí mismos de esa
manera – no es verdad. Ustedes son divinos. Son seres espirituales
poderosos, que han tenido una serie de experiencias humanas para
evolucionar. Están recordando cómo amar y ser el amor que son.
Mientras
continúan el viaje de descubrimiento de su naturaleza divina, los
rodeamos con nuestro amor y bendiciones. Somos El Consejo de 12.
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Traducción: Margarita López
Edición: El Manantial del Caduceo