La señal es una lengua, es el alfabeto que
desarrollas para hablar con el alma del mundo, o del universo, o con Dios, o el
nombre que le des. Como todo alfabeto, es individual, sólo aprendes
equivocándote, y eso evita que globalices la búsqueda espiritual.
...cuando las personas empiezan a bucear en
lo religioso, entran en un mar desconocido. Y, cuando nos hallamos hundidos en
un mar que no conocemos, nos entra miedo y en ese momento nos agarramos a la
primera persona que tenemos a mano para que nos ayude. Todos necesitamos
conectarnos con los demás, estar en comunión con el alma de los otros.
Pero al mismo tiempo necesitamos caminar
con nuestros propios pies, como cuando haces el camino de Santiago. Lo
emprendes a oscuras, sin saber qué vas a encontrar, aunque deseando encontrar
pistas para hallarte contigo mismo, con tu destino. Y estas pistas nos llegan a
través de un alfabeto más rico, que nos permite intuir qué se debe o no se debe
hacer.
Lo que ocurre es que al principio no
creemos casi en nada; en un segundo momento pensamos que nos hemos equivocado;
en el tercero todo nos parecen señales, y sólo al final, cuando una señal se
cruza en nuestro camino una y más veces, sin buscarla, adviertes que estás ante
un lenguaje que va más allá de la realidad.
Extractos del libro "Las Confesiones del Peregrino" Paulo Coelho
Ediciòn *Sendero de Luz* El Portal del Alma