Como los hijos heredan la tierra de su
padre, así nosotros hemos heredado una Tierra Santa de nuestros padres. Esta
tierra no es un campo para ser arado, sino un lugar dentro de nosotros donde
podemos construir un Templo Santo, e incluso como un templo debe ser levantado
piedra a piedra; con voluntad Yo doy a vosotros estas piedras para la
construcción del Templo Santo, aquel que hemos heredado de nuestros padres y
sus padres de sus padres.
El Templo Santo puede ser construido
únicamente con las comuniones antiguas, aquellas que se hablan, aquellas que se
piensan y aquellas que se viven; pues si ellas se hablan únicamente con la
boca, son como una colmena que las abejas han abandonado y no da más miel. Las
comuniones son como un puente, puede ser construido únicamente con paciencia,
así como se construye un puente sobre el río, piedra por piedra a medida que se
encuentran por las orillas del agua.
Las comuniones son catorce en número, los
ángeles del Padre Celestial son siete en número y los ángeles de la Madre
Tierra son siete en número. Y como las raíces de los árboles cavan en la tierra
y son nutridos, y las ramas de los árboles levantan sus brazos al cielo, así es
el hombre, como el tronco del árbol con sus raíces profundas en el corazón de
la Madre Terrenal y su espíritu ascendiendo a las estrellas brillantes de su
Padre Celestial. Y las raíces del árbol son los ángeles de la Madre Terrenal y
los brazos del árbol son los ángeles del Padre Celestial y este es el Sagrado
Arbol de la Vida que crece en el Mar de la Eternidad.
La PRIMERA COMUNION es con el Angel del
Sol, el que viene cada mañana, como una doncella de su cámara, para derramar su
Luz dorada sobre el mundo.
Oh tu, inmortal, brillante, corcel veloz,
Angel del Sol. No hay calor sin ti, no hay vida sin ti. El verde de los árboles
sale para adorarte y es a través de ti como el diminuto grano de trigo se
convierte en un río de espigas doradas mecidas con el viento. A través de ti se
abre la flor en el centro de mi cuerpo. Por eso nunca deseo ocultar lo que hay
en mi, procedente de ti.
Angel del Sol, mensajero santo de la Madre
Terrenal, entra en el Templo Santo dentro de mi y dadme el Fuego de Vida.
La SEGUNDA COMUNION es con el Angel del
Agua. El que hace que la lluvia caiga sobre las llanuras áridas, quien llena la
fuente seca hasta desbordar. Si, te adoramos Agua de Vida.
Desde el Mar Celestial las aguas corren y
fluyen de las fuentes inagotables. En mi sangre fluyen mil fuentes puras,
vapores, nubes y todas las aguas que se esparcen sobre los Siete Reinos.
Todas las aguas que el Creador ha hecho son
santas. La voz del Señor está sobre las aguas, el Dios de Gloria se hace
sentir; el Señor está sobre muchas aguas.
Angel del Agua, mensajero santo de la Madre
Terrenal, entra en la sangre que fluye a través de mi, baña mi cuerpo con la
lluvia que cae del cielo y dadme el Agua de Vida.
La TERCERA COMUNION es con el Angel del
Aire, quien esparce el perfume de campos de dulces aromas, de hierbas
primaverales después de la lluvia, del capullo que se abre de la Rosa de
Sharon.
Adoramos el Alimento Santo que está
colocado más alto que todas las cosas creadas. Mirad pues, el eterno y soberano
espacio luminoso donde reinan las incontables estrellas, es el aire que
nosotros respiramos y es el aire que nosotros exhalamos.
Y en el instante entre la aspiración y la
exhalación están ocultos todos los misterios del Edén Infinito.
Angel del Aire, mensajero santo de la Madre
Terrenal, entra en lo profundo de mi, como la golondrina cae recta del espacio,
para que yo pueda saber los secretos del viento y la música de las estrellas.
La CUARTA COMUNION es con el Angel de la
Tierra. El, quien produce el cereal y las uvas de la plenitud de la Tierra. El,
quien trae a los niños de la unión de los esposos. El, quien sembrará la tierra
con el brazo derecho y con el brazo izquierdo; a su voluntad, ella dará en
abundancia, frutos y granos, plantas doradas surgiendo de la tierra en la
primavera hasta los confines de la tierra, hasta los confines de los ríos, tan
lejos como el sol se levanta, para impartir sus dones de alimento al hombre.
Esta ancha tierra que yo alabo, expandida
con caminos, la productiva, la completamente fértil, Tu Madre, planta santa. Si
alabo las tierras donde tu creces, perfumada, sutilmente esparcida, lo bueno
del Señor. El, quien siembra el cereal, las uvas y las frutas.
Y su cosecha será abundante y sus sembrados
madurarán en los montes.
Como una recompensa para los seguidores de
la Ley, el Señor envió el ángel de la Tierra, mensajero santo de la Madre
Terrenal para hacer germinar las plantas y hacer fértil al vientre de la mujer,
porque la tierra nunca puede estar sin la risa de los niños. Adoremos al Señor
en El.
La QUINTA COMUNION es con el Angel de la
Vida, El, quien da fortaleza y vigor al hombre. Pues, mirad, que si la cera no
es pura ¿cómo puede entonces la vela dar una llama firme? Id, entonces hacia
los árboles que crecen altos y delante de uno de ellos que sea hermoso, que sea
alto y fuerte, decid estas palabras: Salve a ti oh magnífico Arbol de Vida,
hecho por el Creador. Entonces el río de la vida fluirá entre tu y tu hermano
el árbol y la salud del cuerpo, la agilidad del pie, la agudeza de los oidos,
la energía de los brazos y la vista del águila serán vuestros.
Asi es la comunión con el Angel de la Vida,
mensajero santo de la Madre Terrenal.
La SEXTA COMUNION es con el Angel del
Regocijo; El, que desciende sobre la tierra para dar belleza a todos los
hombres. Ya que el Señor no se adora con tristezas ni con gritos de desespero;
dejad vuestros gemidos y lamentaciones y cantad al Señor un nuevo cántico,
cantad al Señor toda la tierra, que los cielos se regocijen y la tierra se
alegre, que los campos estén jubilosos y que las aguas se agiten, que todos los
montes estén gozosos delante del Señor. Para que vayáis con alegría y estéis en
paz, las montañas y las colinas se abrirán delante de vosotros en cánticos.
Angel del Regocijo, mensajero de la Madre
Terrenal, cantaré al Señor mientras viva, entonaré alabanzas a mi Dios en toda
mi existencia.
La SEPTIMA COMUNION es con nuestra Madre
Terrenal. Ella, quien envía sus ángeles para guiar las raíces del hombre y los
envía a lo más profundo de la tierra bendecida.
Invocamos a la Madre Terrenal, la
protectora santa, la defensora. Es Ella quien restablecerá el mundo, la tierra
es suya y la plenitud de la tierra, el mundo y todos lo que moran en él.
Adoramos la buena, la fuerte, la bondadosa
Madre Terrenal y a todos sus ángeles generosos, valientes y plenos de energía,
fuente de bienestar, benévola y fuente de salud.
A través de tu brillantez y gloria las
plantas germinan en la tierra en las eternas primaveras. A través de tu
brillantez y gloria los vientos soplan, precipitando las nubes hacia las
fuentes inagotables.
La Madre Tierra y yo somos uno. Tengo mis
raíces en Ella y Ella se complace en mi en concordancia con la Ley Santa.
... la tierra y todo lo que mora en ella es
solo un reflejo del Reino del Padre Celestial.
... los ángeles de la Madre Tierra guían
vuestros pasos hacia el que es vuestro Padre y hacia todos sus ángeles santos y
de este modo podéis conocer vuestro verdadero hogar y convertiros en verdaderos
Hijos de Dios...
Unicamente a través de las comuniones con
los ángeles del Padre Celestial aprenderemos a ver lo invisible, a oír lo que
puede ser oído y expresar la palabra no hablada.
La PRIMERA COMUNION es con el Angel del
Poder, quien llena al sol de calor y guía la mano del hombre en todas sus
obras. Tuyo oh Padre Celestial fue el poder, cuando hiciste del orden un camino
para cada uno de nosotros y para todo. A través de tu poder, mis pies
encontraron el sendero de la Ley, a través de tu poder, mis manos ejecutaron
tus obras. El río dorado de poder fluye siempre desde ti hacia mi y mi cuerpo
se dirige hacia ti siempre, como las flores se dirigen hacia el sol, pues no
hay otro poder que el que viene del Padre Celestial, todo lo demás es solo un
sueño, una nube de polvo que trata de cubrir la luz del sol.
No hay hombre que tenga poder sobre el
espíritu ni que tenga poder el día de la muerte. Unicamente el poder que viene
de Dios puede sacarnos de la Ciudad de la Muerte.
Guía nuestros obras y actos oh Angel del
Poder, mensajero santo del Padre Celestial.
La SEGUNDA COMUNION es con el Angel del
Amor, cuyas aguas mansas fluyen en una corriente infinita del Mar de la
Eternidad.
Bienamados, amaos los unos a los otros,
pues el Amor es del Padre Celestial y todo el que ama nace de la Orden
Celestial y conoce a los ángeles. Pues sin Amor el corazón del hombre es árido
y agrietado como el fondo de una fuente seca y sus palabras son vacías como una
calabaza hueca. Pero las palabras de Amor son como un panal de miel dulce al
alma, las palabras de Amor en la boca del hombre son como aguas profundas y los
manantiales de Amor como un arroyo que fluye. Si, se dijo en los primeros días:
Amarás a tu Padre Celestial con todo tu corazón, con toda tu mente y con todos
tus actos. Y amarás a tu prójimo como a ti mismo.
El Padre Celestial es Amor y el que mora en
el Amor, mora en el Padre Celestial y el Padre Celestial en él.
El que no ama es como un pájaro errante
fuera del nido, para él la hierba se acabó y el arroyo tiene un sabor amargo. Y
si un hombre dice: yo amo al Padre Celestial pero odio a mi hermano, es un
mentiroso, pues quien no ama a su hermano que puede ver, ¿cómo puede amar al
Padre Celestial a quien no ve?
Por esto reconoceréis a los Hijos de la
Luz; aquellos que caminan con el Angel del Amor, pues ellos aman al Padre
Celestial y aman a sus hermanos y acatan la Ley Santa.
El Amor es más fuerte que las corrientes de
aguas profundas, el Amor es más fuerte que la muerte.
La TERCERA COMUNION es con el ángel de la
Sabiduría, quien hizo al hombre libre de temor, abierto de corazón y sencillo
de conciencia. Sabiduría Santa, el entendimiento que muestras continuamente
como un manuscrito santo que no viene aún a través del aprendizaje. Toda la
Sabiduría viene del Padre Celestial y está con El por siempre. ¿Quién puede
contar las arenas del mar, las gotas de lluvia y los días de la eternidad?
¿Quién puede medir la altura del cielo y la anchura del universo? ¿Quién puede
enunciar el principio de la Sabiduría?
La Sabiduría se ha creado antes de todas
las cosas. Aquel que está sin Sabiduría es como el que le dice a un leño:
Despierta, y a la piedra muda: Levántate y enseña. Sus palabras son así de
vacías y sus actos inútiles, como un niño que esgrime la espada de su padre y
desconoce su filo cortante. Pero la corona de la Sabiduría hace que la paz y la
salud perfectas florezcan, las cuales son dones de Dios.
Oh, tu, Orden Celestial y tu Angel de la
Sabiduría, te adoraré a ti y al Padre Celestial por quien –dentro de nosotros,
fluye el río de pensamientos hacia el Mar Santo de la Eternidad.
La CUARTA COMUNION ES CON EL Angel de la
Vida Eterna que trae al hombre el mensaje de la Eternidad. Porque el que camina
con los ángeles aprenderá a elevarse sobre las nubes y su hogar estará en el
Mar Eterno donde está plantado el Sagrado Arbol de la Vida.
No esperéis la muerte para revelar el gran
misterio, si no conocéis a vuestro Padre Celestial mientras vuestros pies
caminan por el suelo polvoriento, no habrá para vosotros sino sombras en la
vida que está por venir.
Aquí y ahora el misterio se revela. Aquí y
ahora se corre el velo, mas no temas, oh hombre, sujétate de las alas del Angel
de la Vida Eterna y remóntate por los caminos de las estrellas, la luna, el sol
y la Luz Eterna, moviéndote alrededor de sus órbitas por siempre y volando al
Mar Celestial de Vida Eterna.
La QUINTA COMUNION es con el Angel del
Trabajo, que canta en el zumbido de la abeja, en su elaboración -sin descanso,
de la miel dorada; en la flauta del pastor que duerme temeroso de que su rebaño
se extravíe, en el canto de la doncella cuando coloca su mano sobre el huso. Y
si pensáis que estas cosas no son agradables a los ojos del Señor –cuando la
más sublime plegaria resuena en la más alta montaña, entonces vosotros –en
verdad, os equivocáis. Pues el trabajo honesto de las manos humildes es una
oración diaria de acción de gracias y la melodía del arado es un cántico
jubiloso al Señor.
El que come el pan de la pereza, debe morir
de hambre, pues un campo de piedras únicamente produce piedras. Para él el día
no tiene mañana y la noche es un viaje amargo de sueños funestos. La mente del
perezoso está llena de la maleza del descontento, mas el que camina con el
Angel del Trabajo, lleva dentro de si un campo siempre fértil, donde maíz y
uvas y toda clase de plantas y flores dulcemente perfumadas germinan en
abundancia. Como sembréis así recogeréis. El hombre de Dios que ha encontrado
su designio no preguntará por ningún otro don.
La SEXTA COMUNION es con el Angel de la
Paz, cuyo beso concede la calma y cuyo rostro es como la superficie del agua
tranquila, donde la luna se refleja.
Invocaré la Paz, cuyo aliento es benévolo,
cuya mano suaviza el semblante perturbado. En el Reino de la Paz no hay hambre
ni sed, ni corrientes frías ni calientes, ni vejez, ni muerte. Pero el que no
tiene Paz en su alma, no tiene lugar para construir dentro de él el Templo
Sagrado; pues ¿cómo puede el carpintero construir en medio de un torbellino? La
semilla de la violencia solo puede producir cosecha de desolación y de la
tierra árida no crece nada con vida.
Buscad pues el Angel de la Paz, que él es
como la estrella de la mañana en medio de una nube, como la luna llena, como el
hermoso olivo empezando a dar fruto y como el sol brillando sobre el Templo del
Altísimo.
La paz mora en el corazón del silencio:
Serénate y reconoce, soy Dios.
La SEPTIMA COMUNION es con el Padre
Celestial, quien es, quien fue y quien será por los siglos de los siglos.
Oh Gran Creador, Tu eres mi refugio y mi
fortaleza. Tu eres desde la eternidad, Señor, Tu has sido nuestra morada en
todas las generaciones. Antes de que las montañas fueran creadas, desde
siempre, tu formaste la tierra por los siglos de los siglos, Tu eres Dios.
¿Quién ha hecho las aguas y quién hace las
plantas? ¿Quién ha atado al viento, los nubarrones, los veloces e incluso los
más veloces? ¿Quién oh Gran Creador?¿está la fuente de Vida Eterna dentro de
nuestras almas? ¿Quién ha hecho la luz y las tinieblas? ¿Quién ha hecho el
sueño y el entusiasmo del despertar? ¿Quién esparció los atardeceres y la
medianoche? Tu oh Gran Creador. Tu has hecho la tierra por tu poder, has creado
el universo por tu sabiduría y has extendido los cielos por tu Amor.
Si, Tu revelas en mi oh Padre Celestial, tu
naturaleza, que es el poder de los ángeles del Reino Santo.
La inmortalidad y la Orden Celestial tu has
dado, oh Creador y lo mejor de todas las cosas, tu Ley Santa. Alabaré tus obras
con cánticos de acción de gracias, continuamente, en todas las generaciones del
tiempo.
Al llegar el día abrazo a mi Madre, al
llegar la noche me uno a mi Padre y con la llegada del atardecer y de la mañana
respiraré tu Ley y no interrumpiré estas comuniones hasta el fin de los
tiempos.
Y en el cielo y la tierra hubo gran
silencio y la Paz del Padre Celestial y de la Madre Tierra brilló sobre las
cabezas de Jesús y de la multitud.
Extracto de las Enseñanzas de Jesùs sobre las Comuniones- Evangelio Esenio