Cuando el espìritu se
siente infinitamente triste, se abre
el cielo y su luz
radiante te ilumina nuevamente el alma.
Cuando el espìritu se
halla profundamente sumergido en el barro,
busca una piedra para
apoyar sus pies y subir otra vez a la superficie.
Cuando el espìritu està
totalmente perdido en el ocèano revuelto
por la inmensidad de las
olas, se presenta una tabla de salvaciòn
donde aferrarse, evitar
el naufragio y volver a la orilla.
Cuando el espìritu està
completamente cansado,
sin aliento, colgandode una rama al borde del
abismo,
del cielo baja la cuerda para levantarlo.
Cuando el espìritu està a
punto de morir de dolor,
destrozado por calumnias inhumanas y desgarrado
por
los hierros del martirio, surge en tu interior el Sol de Luz
que te levanta
alegre y vencedor a las esferas del Espìritu.
No te desanimes nunca,
pues, por hondo que sea el abismo
donde creas encontrarte, es en el
punto màs bajo de la humildad
el lugar donde mejor se oye la voz de
Dios.
Desconozco el autor