Oye mi voz, un susurro, una
plegaria,
un ruego, una caricia.
Seca tus lágrimas, mira
tus manos, siente la brisa,
vuela alto con tus
ideales y sueños.
Como el carpintero que
del tronco de un árbol
realiza lo inimaginable con
sus manos,
con sus sueños,y con su
sudor finaliza la obra soñada;
Yo ahora te digo…..
Tienes el tronco, las
herramientas, (tu corazón y tus manos)
para comenzar tú obra;
Tú eres el maestro,
Tú el constructor
Tú el soñador,
Tú el realizador
Tú el creador,
Entonces has pues tu
trabajo
Humildemente,
constantemente
Construye, modela, pule y
realiza.
Aún hay tiempo para
construir,
aunque el fuego destruya
lo ya realizado,
Tú comienza, insiste y
comienza tu obra.
Recuerda que después del
fuego,
al tiempo esa tierra más
fértil es.
Yo ya no soy tu maestro
Yo ya no soy tu guía
Yo ya no soy tu ejemplo
Yo ya no soy al que debes
pedir y orar.
Yo soy tu hermano, Soy tu
luz
Si me dejas entrar,
pues si así lo hicierais;
Tu serás tú propio
maestro
Tú serás tu propio guía.
Tú serás por que yo seré
en ti,
Tu luz brillará
Por que yo seré tú y tú
serás yo.
Yo seré y tú lo harás
Yo seré y tú construirás
Por que yo habitaré en
ti,
Los dos uno seremos.
Los dos juntos
construiremos
Los dos juntos seremos
invencibles
Por eso te digo;
Pide que yo Jesús, entre
en ti,
Entonces yo
Seré nuevamente
resucitado,
No en mí, sino en ti.
Yo soy si tú eres,
Yo mori y por ti volví a
vivir,
por amor a tu SER,
por amor a tu luz,
por eso hermano mío,
camino junto a ti,
respiro con tu aliento
y te guío en tus planes.
Yo no vengo por mi mismo
si tú no me llamas
si tú no abres la puerta
de tu corazón
Tú tienes la llave
dámela, pues ese es mi
deseo,
y yo habitare allí por el
fin de los fines.
Los amo
Mi Padre es el vuestro.
Por eso os llamo
¨Hermanos míos de Luz y
Amor¨
Jesùs 21_06_02
Este mensaje hace parte
de la enseñanza de La Meditaciòn de la Llave Mariana, canalizado por la Hermana
Veronica B. Garcìa