Funde tu mente con la luz
de la luna por la noche
y lava tus tristezas en sus rayos.
Siente como su luz
mìstica se difunde silenciosamente
sobre tu cuerpo, sobre los àrboles y sobre
las vastas llanuras.
En un espacio abierto,
con los ojos relajados,
contempla el tenue fulgor
del horizonte,
mas allà de los lìmites
del paisaje iluminado por la luna.
Deja que tu mente vuele
con el constante batir de las alas
de la meditaciòn y se
expanda mas allà del panorama visible
y del horizonte mismo.
Permite que tu meditacion
traspase el ambito de lo visible
y penetre en el
territorio de la fantasia.
Extiende tu mente desde
los objetos visibles, bañados por
a luz de la luna hasta
las pàlidas estrellas y remotos cielos
palpitantes de vida que
yacen mas allà, en la eterna quietud
del èter. Observa como
los rayos de la luna se expanden e
iluminan no solo una de
las caras de la tierra, sino tambièn
la totalidad del espacio
eterno de tu vasta mente.
Continua meditando hasta
que, llevado por los frescos rayos de
La luna de tu Paz, puedas
volar por cielos ignotos y tomar
Plena Consciencia del
Universo como Luz.
Paramahansa Yogananda