Dentro a mi Espacio Sagrado, escucho la Guia Divina dentro de mi
allì accedo a la Sabidurìa Infinita del Universo y encuentro todas la respuestas.
Sè que Dios me acompaña siempre, nutre mi alma, sana mi cuerpo y armoniza mi
vida. Soy una Creaciòn Divina y como tal soy bendecido...Asì es
*Sendero de Luz*
Entrar al espacio sagrado del corazón no
implica aprender un proceso; más bien, es un proceso de recordar, porque
siempre hemos estado en este espacio, desde el principio. Hemos escogido
desviar nuestra atención a esta manera de conciencia de polaridad, pero una vez
que aprendamos la lección, estoy seguro de que retornaremos al estado primario
de unidad.
El primer camino que intenté estaba basado
en el descubrimiento hecho por el Instituto de Matemáticas del Corazón
(Heart-Math) del campo toroidal alrededor del corazón; en particular, el
descubrimiento del pequeño campo toroidal dentro del toroide grande. La premisa
fue que la fuente real de este enorme campo electromagnético estaba dentro del
espacio sagrado del corazón. Por lo tanto, si seguíamos la pista hacia atrás
por las líneas geométricas de energía de este campo, nos llevaría directamente
dentro de este espacio sagrado. Y lo que encontré fue que es verdad: lo hacen.
El primer método es masculino por
naturaleza; eso significa que puede ser comunicado a alguna otra persona, y si
esa persona hace exactamente lo que se le transmite, el resultado siempre será
el mismo. Desafortunadamente los métodos masculinos no funcionan muy bien para
las mujeres . El segundo método, femenino por naturaleza, es tan simple que me
tomó bastante tiempo verlo.
En el siguiente capítulo pondremos todas
las instrucciones juntas en un método completo para llegar al espacio sagrado
del corazón. Por ahora sólo necesitan entender mentalmente lo que se les pide.
La experiencia real vendrá pronto: iremos al lugar donde el corazón físico
estará frente a nosotros, y en ese momento veremos o sentiremos el campo
toroidal con nuestra visión interna que se encuentra alrededor del corazón, y
nos enfocaremos en el pequeño toro interno.
La forma masculina de entrar al corazón
Ésta es la manera masculina para entrar:
cuando te estás moviendo hacia el corazón y ves el campo toroidal más pequeño,
súbete encima de ese campo hasta que veas el toro desde arriba. Este campo de
energía es un vórtice, como lo expliqué antes, girando y girando como agua que
se va por la cañería. Se mueve despacio en su parte externa y más y más rápido
hacia el centro, y entonces cae por el centro (de nuevo justo como agua que se
va por la cañería). Para algunas personas el vórtice se mueve en dirección de
las manecillas del reloj y para otras en dirección contraria a las manecillas
del reloj. La dirección en la cual está girando puede estar relacionada con la
preferencia sexual y parece que no tiene importancia.
Para esta meditación, cuando veas la parte
superior del campo toroidal, ve o siente en qué dirección se mueve. Entonces,
como una hoja flotando en un río, deja que tu espíritu repose en esta espiral
de energía.
Comienza por sentirte a ti mismo girando y
girando, despacio al principio, pero cuando te acercas al centro empiezas a
moverte más y más aprisa hasta que finalmente entras al centro y empiezas a
caer. No hay nada que temer. Sólo déjate ir y caer. En un momento te darás
cuenta de que todo está muy, muy quieto. Como si estuvieras en el ojo del
huracán, ahora estás dentro del espacio sagrado del corazón. De verdad estás
ahí.
La manera femenina de entrar al corazón
Ésta es la manera femenina de entrar, como
lo mencioné, esta manera es tan simple que no la pude ver en un principio. Las
instrucciones son fáciles, y la experiencia puede ser diferente para cada uno
cuando usen este método. No importa si tu cuerpo es masculino o femenino, pero
si seguir tu corazón es tu camino, entonces ésta es la manera de entrar para
ti.
Para la forma femenina de entrar, todo lo
que tienes que hacer es ver, sentir o percibir que te aproximas al corazón y
entonces permítete atravesar su membrana, como lo hiciste antes. Excepto que
ahora deja que tu naturaleza psíquica femenina sea la guía y deja que tu intuición
te lleve al espacio sagrado de tu corazón. Déjate ir y muévete, sabiendo que en
verdad te estás moviendo hacia el espacio sagrado de tu corazón.
Intenta una de las dos maneras, y si no
funciona, intenta la otra. Recuerda que eres un hijo de Dios. Tú conoces este
lugar, porque Dios y tú siempre han sido uno en este lugar. Siempre.
Extracto de “Viviendo en el Corazón” - Drunvalo Melquizedeck